Terminan los trabajos de Excavación de O Cuncheiro del Monte Trega en A Guarda

El Ayuntamiento de A Guarda promovió, bajo la dirección de Brais X. Currás de la Universidad de Coimbra (CEAACP), un Proyecto de Excavación, Análisis y Señalización del Cuncheiro del Monte Trega.

El proyecto de excavación fue ejecutado por los arqueólogos de la empresa Terra Arqueos, mientras que para el estudio del material del cuncheiro se contó con un grupo de investigación en zooarqueología de la Universidad de León con Carlos Fernández Rodríguez al frente, y con un Grupo de Investigación en Arqueobiología del CSIC, con Marta Moreno.

Junto a la puerta de entrada en el castro del Monte Trega desde el sur se conservan los restos de un antiguo cuncheiro, un espacio donde los habitantes del poblado tiraban los restos de su producción. Compuesto fundamentalmente por conchas, conserva también restos de huesos y espinas de pescado, y también otras evidencias como restos cerámicos o metálicos y otro tipo de deshechos. Las condiciones artificiales que crea el propio cuncheiro, más favorables que el suelo ácido del sustrato granítico, permiten que eventualmente se puedan conservar también otro tipo de restos como puede ser, por ejemplo, la madera.

Lo que no es más que un vertedero para las personas que vivieron en el Trega, es hoy para nosotros un tesoro y una fuente de información de valor incalculable.

A través del estudio de los cuncheiros podemos saber mucho de la vida cotidiana de las gentes que vivieron en los castros. Sabemos que tipo de animales criaban, que especies cazaban, e como eran las prácticas de pesca y marisqueo. De esta manera, podemos llegar a saber los lugares hasta donde se desplazaban desde el poblado para captar sus recursos.

Después de varias semanas de trabajo el equipo de investigadores desplazados hasta el Trega terminaron la excavación, unos trabajos que permitieron redescubrir las excavaciones realizadas en los años 30 por Mergelina, y que ahora, dejan a la vista la muralla y la puerta sur del castro.

 

El análisis en detalle de las especies también nos dice mucho sobre las prácticas de consumo. Podemos llegar a comprender si el ganado vacuno se empleaba para producción cárnica, como fuerza de tiro o para el aprovechamiento de la leche. El tamaño de los animales nos informa sobre el grado de desenvolvimiento ganadero. Podemos saber cual era la importancia de la caza -si es que tenía alguna-, etc.

El estudio de la evolución de un cuncheiro en el tiempo, en suma, puede ser una muestra representativa del proceso histórico de configuración y evolución de las comunidades castreñas desde la Edad de Hierro hasta su sumisión al poder de Roma y de las transformaciones que implica para las formas de producción y consumo.

Mediante un sondeo abierto, se consiguió documentar el cuncheiro del castro, donde sus habitantes echaban su basura, documentando además el momento de construcción de su muralla.

Este proyecto nació con el propósito de crear un recurso concebido como herramienta para la promoción de un turismo sustentable y de calidad, y como medio cultural y social. Un proyecto que ofrece resultados y beneficios a diferentes niveles. Por una parte, generando nuevos conocimientos científicos a partir del análisis del registro arqueológico, en el marco de un programa de investigaciones y actuaciones arqueológicas. En segundo lugar, asumiendo la necesidad de la transferencia científica como un objetivo prioritario, los resultados de la investigación repercutirán en la creación de medios para la puesta en valor de las evidencias arqueológicas.

La ejecución del proyecto permitió llevar a cabo la limpieza de la vegetación de la puerta sur del castro del Monte Trega, la realización de un sondeo arqueológico, un estudio de la arqueofauna, el levantamiento fotogramétrico de las estructuras excavadas y la instalación de paneles informativos.

Ahora se abre una segunda fase de investigación en el laboratorio, donde los arqueólogos van a estudiar los restos recogidos en el cuncheiro para ver que tipo de animales y marisco consumían.

En este proyecto participó un equipo humano compuesto por 10 personas entre dirección, equipo técnico, de restauración y de análisis de la paleofauna, contando con un presupuesto que supera los 15.000€, subvencionado por el Ayuntamiento de A Guarda y a través de las ayudas para la rehabilitación y la señalización del patrimonio histórico-cultural de la Deputación de Pontevedra.

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