El Castillo de Santa Cruz forma parte de las fortalezas y sistemas defensivos que se construyeron en el tramo final del río Miño durante la Guerra de Independencia en el s. XVII entre España y Portugal. La fortaleza, conocida popularmente como Castillo, se construyó en torno a 1664 y para acelerar su construcción se utilizó piedra de la muralla medieval que rodeaba la villa. La planta es de polígono irregular, con cuatro baluartes que sobresalen de la muralla. En los baluartes se localizan las garitas bien labradas en piedra. El acceso se realiza a través de la Puerta de la Villa, que sube perpendicular a la calle Porto Rico y de la Puerta de Socorro a la que se accede por un paseo desde la calle Santo Domingo de Guzmán. En el patio de armas había capilla, casa para el gobernador, cuartel para las tropas, cortes, almacenes, polvorín, carnicería, etc; instalaciones detalladas en los planos de la época y que se conservan aunque no permanezcan restos de las mismas.
A pesar de la resistencia de las tropas y vecinos al mando del Gobernador militar Jorge de Madureira, la fortaleza fue tomada por el ejército portugués en noviembre de 1665 al mando del Conde de Prado. Estuvo ocupada hasta el fin de la guerra en 1668. Los franceses tomarían de nuevo la fortaleza en 1809 pero la ocupación duraría tan solo unos meses. Con la desamortización de mediados del siglo XIX permanece en manos de particulares alrededor de 150 años hasta su reciente recuperación para uso público.
Paseando por el recinto amurallado distintas mesas interpretativas y varias audioguías descargables desde un smartphone que permiten conocer la historia de la fortaleza en profundidad. El Centro de Interpretación permite comprender esta fortaleza en el marco de un sistema defensivo mucho más amplio.
Horario de apertura como espacio público:
- 10:00 – 18:00 Noviembre, diciembre, enero y febrero
- 10:00 – 19:00 Marzo y octubre
- 10:00 – 21:00 Abril, mayo y septiembre
- 10:00 – 22:00 Junio, julio y agosto